miércoles, febrero 14, 2007

AMOR EN EL MUNDO ANTIGUO III

Ya Llegó San Valentín y con él cerramos los testimonios que nos ha dejado el mundo clásico sobre el amor

"Echándome de nuevo su pelota de púrpura
Eros de cabellera dorada
me invita a compartir el juego
con la muchacha de sandalias de colores.
Pero ella, que es de la bien trazada Lesbos,
mi cabellera, por ser blanca, desprecia,
y mira, embobada, hacia alguna parte" (An. 5D)

"Desdichado Catulo, deja de hacer tonterías, y, lo que es que ha muerto, dalo por muerto. En otro tiempo brillaron para ti días espléndidos, cuando corrías a donde tu amante te llamaba, a la que amabas como ninguna otra mujer será nunca jamás amada. Entonces se producían allí muchos placenteros goces que tú deseabas y ella no evitaba. Brillaron para ti días verdaderamente espléndidos. Ahora ella ya no quiere, y tú, que nada puedes cambiar, no quieras tampoco ni perseguir a la que te rehúye ni vivas desgracia), sino mantente constante, persevera. Adiós, querida nena. Catulo ahora se mantiene firme. Ni te requerirá ni te implorará, si no lo deseas; pero tú sufrirás cuando no seas) licitada por nadie. ¡Ay de ti, pérfida! ¿Qué vida te espera? ¿Quién se te acercará ahora? ¿A quién parecerás bella? ¿A quién amarás ahora? ¿A quién dirán que perteneces? ¿A quién besarás? ¿A quién morderás los labios? Pero tú, Catulo, resuelto, mantente firme" (Catulo 8).

"¡Qué amor tan grande huyó en tiempo tan exiguo! Ahora, por primera vez, me veo obligado a experimentar en mi soledad cuán largas son las noches y a ser molesto a mis propios oídos. ¡Dichoso aquel que puede llorar en el seno de su amada! Mucho se complace Amor con las lágrimas vertidas, o si, desdeñado, pudo cambiar el objeto de su ardor, también se encuentra placer en someterse a un amor nuevo. Mas a mí no ale es lícito amar a otra ni apartarme de ésta: Cintia fue para mí la primera y Cintia será la última" (Propercio, 1, 12).

"Era a tí a quien mis ojos veían cuando estaba despierto,
a tí a quien mi espíritu veía de noche, cuando los ojos reposan,
vencidos por el plácido sueño"
(Ov.XVI, 101-102)

"El Amor es un niño y va desnudo: tiene una edad sin vilezas y, para mostrarse sincero no lleva vestido alguno" (Ov. I X 15-16)

"Alejaos, peleas y discusiones de amarga lengua!

Al tierno amor hay que alimentarlo con dulces palabras" (Ov. II 151-152)

PELIGROS DEL AMOR.
SUFRIMIENTOS E ILUSIONES DE LOS ENAMORADOS


"Esta, pues, es la venus que tenemos, de aquí el nombre de amor trajo su origen, de aquí en el corazón se destilara aquella gota de dulzor de Venus que en un mar de inquietudes ha parado: porque si ausente está el objeto amado, vienen sus simulacros a sitiarnos, y en los oídos anda el dulce nombre.
Conviene, pues, huir los simulacros, de fomentos de amores alejarnos, y volver a otra parte el pensamiento, y divertirse con cualquier objeto; no fijar el amor en uno solo, pues la llama se irrita y se envejece con el fomento, y el furor se extiende y el mal de día en día se empeora. Si no entretienes tú con llagas nuevas las heridas que te hizo amor primero, y haciéndote veleta en los amores no reprimes el mal desde su origen y llevas la pasión hacia otra parte.
Las dulzuras de Venus no renuncia aquel que huye de amor: por el contrario, coge sus frutos solo sin disgusto. Gozan siempre las almas racionales de un deleite purísimo y seguro, mejor que los amantes desgraciados, que al mismo tiempo de gozar fluctúan sobre el hechizo de su amor incierto.
No saben do fijar ojos y manos; aprietan con furor entre sus brazos el objeto primero que agarraron, le molestan muchísimo, y sus dientes clavan cuando le besan en los labios, porque no tienen un deleite puro; secretamente son aguijoneados a maltrata
r aquel objeto vago que motivó su frenesí rabioso: pero Venus mitiga los dolores gozando del amor suavemente, y con blando placer las llagas cura. Pues los amantes tienen esperanza de que aquel mismo cuerpo que ha inflamado su pecho en amor ciego, puede él mismo en cintas y en adornos es gastado: le emplean otras veces en vestidos de Malta y de Scio; le disipan en menaje, en convites, en excesos, en juegos, en perfumes, en coronas, en las guirnaldas, pero inútilmente; porque en el manantial de los placeres una cierta amargura sobresalta, que molesta y angustia entonces mismo; bien porque acaso arguye la conciencia de una vida holgazana y desidiosa pasada en ramerías; o bien sea que una palabra equívoca tirada por el objeto amado, como flecha, traspasa el corazón apasionado y toma en él fomento como fuego; o bien celoso observa en sus miradas distracción hacia él mirando a otro, o ve en su cara risa mofadora. Si en el amor feliz hay tantas penas, innumerables son las inquietudes de un amor desgraciado y miserable: se vienen a los ojos tan de claro, que es mejor abrazar, como he enseñado, el estar siempre alerta, y no dejarse enredar en sus lazos; pues más fácil es evitar las redes, que escaparse y de Venus romper los fuertes lazos cuando el amor nos tiene ya prendidos.
Y aunque fueras cogido y enredado podrías evitar el infortunio si tú mismo no fueras a buscarle; si primero los ojos no cerraras sobre todos los vicios de su alma y sobre los defectos corporales de aquel objeto por quien sólo anhelas: ciega por lo común a los amantes la pasión, y les muestra perfecciones aéreas; porque vemos que las feas aprisionan a los hombres de mil modos, y hacen obsequio grande a las viciosas: v unos de otros se burlan y aconsejan el aplacar a Venus mutuamente que los aflige con amor infame: si es negra su querida, para ellos es una morenita muy graciosa; sí sucia y asquerosa, es descuidada; si es de ojos pardos, se asemeja a Palas; si seca y descarnada, es una corza del Ménalo; si enana y pequeñita, es una de las gracias, muy salada; si alta y agigantada, es majestuosa, llena de dignidad; tartamudea y no pronuncia bien, es un tropiezo gracioso; taciturna, es vergonzosa; colérica, envidiosa, bachillera, es un fuego
vivaz que no reposa; cuando de puro tísica se muere, es de un temperamento delicado; si con la tos se ahoga y desfallece, entonces es beldad descaecida: y si gorda y tetuda, es una Ceres, la querida de Baco: si chatilla, es silla de placer; ¡nadie podría enumerar tan ciegas ilusiones!
Pero demos que sea ella un hechizo y que la haya agraciado Venus misma; no faltan en el mundo otras hermosas, y sin ellas pasamos. La hermosura a las mismas miserias está expuesta, y a las mismas flaquezas que la fea; tenemos evidencia: y la infeliz por su hedor insufrible se ahumea, de la cual huyen mucho sus doncellas, y a escondidas dan grandes carcajadas. Llorando, empero, el despedido amante muchas veces adorna los umbrales con flores y guirnaldas, derramando perfumes en los postes altaneros, a las mismas miserias está expuesta, a quien si ya una vez introducido un ligero olorcillo molestara al entrar en la casa buscaría al punto algún pretexto de alejarse; se olvida de las quejas elocuentes tanto tiempo pensadas, y se acusa de mentecato por haber supuesto en aquella mortal más perfecciones que es justo conceder: muy bien lo saben nuestras diosas: ocultan por lo mismo estas flaquezas de la vida a quienes desean sujetar de amor con grillos: muy necias son en esto; porque puedes correr el velo a todos sus misterios, e informarte de todos sus secretos: y si es de buena índole y modesta, a mal no llevará que tú igualmente veas y observes la miseria humana."
(Lucrecio, Sobre la naturaleza de las cosas)


Expresiones de amor en latín:

Alma mía (anime mi)

Vida mía (vita mea)

Tesoro mío (mi ocelli)

corazón mío (anime mi)

Dulzura mía (mel meum)

Encanto mío (lepores mi)

Dulce vida (dulce anima)

Cachorrito (catelle)

Cielo mío (lux mea)

Amor mío (amor mi)

Desde Calíope recomendaros que paséis virtualmente por diferentes blogs clásicos, Cúpido ha hecho un gran recorrido:

Carpe diem, Amor, amoris, La llama de Vesta, Chartula Sancti Valentini, "αγαπη μου" en ΜΑ ΔΙΑ, Nausica, ¿Cómo nació el amor y por qué buscamos nuestra media naranja? y Los Secretos de Argos con los excelentes trabajos sobre el amor realizados por alumnos de diferentes centros.

Felix dies Sancti Valentini et Amoris!



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